El arte

· Sin comentarios

025

Uno de los retos que no he llegado a comentar en las entrevistas y coloquios que hemos mantenido tras las proyecciones de Todos tus secretos es el de que, llegados a un punto de la historia, debíamos mostrar todas las localizaciones a la vez. Si la dirección de arte de una película sirve, entre otras cosas, para transmitir sensaciones y estados de ánimo, ayudando a definir a los personajes que habitan sus escenarios, en la nuestra debíamos tener en cuenta también que la composición de los diferentes mosaicos funcionase siempre, en cada momento, hasta llegar a ese 3×3 final.

En este sentido la dirección de fotografía fue fundamental, pero ya de partida tratamos de plantear unos escenarios, unas ambientaciones y unos colores que resultasen atractivos sin descuidar cómo encajarían luego unos con otros, clarificando de paso las diferentes estancias. Mientras escribía la historia que hemos contado en Todos tus secretos grabé una prueba de siete minutos, prácticamente un boceto de lo que luego sería la película para comprobar si el formato funcionaba y que, principalmente, me sirvió para darme cuenta de la importancia que debíamos darle a la dirección de arte. Aquella prueba se grabó con lo que teníamos a mano, y lo que teníamos a mano ya os podréis imaginar lo que era: pisos de paredes blancas y gotelé. El resultado era que podía llegar a parecer que todo sucedía en una misma localización, algo que debíamos evitar en la película a toda costa.

Ya que no disponíamos de presupuesto suficiente como para alquilar apartamentos que encajasen con lo que buscábamos para cada escenario (aparte de los imprescindibles, como por ejemplo la oficina), recurrimos a viviendas prestadas por amigos que en algún caso tuvimos que disfrazar. Creo que disfrazar es la palabra correcta, ya que para convertir lo que se aprecia en la foto de la izquierda…

026

…en lo que se ve en la foto de la derecha, utilizamos una tela de color verde para forrar la pared, diferenciándola así de los escenarios más blanquecinos que rodean a ese plano en pantalla. No fue la única vez que recurrimos a esta forma rápida de pintar una pared: cuando Javi (Xabi Tolosa) va a la habitación de Carlos (Pepón Fuentes), la pared del fondo pasó de blanca a roja con ayuda de las telas que habitan mi fondo de armario.

Aquí, aparte de diferenciar ese escenario del resto, lo que buscábamos era apoyar con ese rojo el estado de cabreo de Carlos. Mi idea original era que tan sólo viéramos pared roja, pero el angular de la webcam abarcaba también la pared blanca que no pudimos disfrazar. Esto provocó cierto efecto no buscado que me gusta incluso más que la idea original: mientras que el lado del plano que ocupa Carlos está teñido de rojo, en el de Javi, que entra allí tratando de reconciliarse con su amigo, lo que predominan son los blancos.

027

El estado anímico de los personajes es algo que tratamos de representar también con el vestuario, que como sucede con la propia iluminación de la película, se va apagando a medida avanza la historia y van surgiendo los diferentes problemas entre el grupo de amigos. Es algo que seguramente pasa desapercibido, como el caso de las paredes blancas y rojas que acabo de comentar, pero creo que son detalles que acaban aportando los valores adecuados a cada escena. Un buen ejemplo de esto que comento es la evolución del vestuario en el personaje de Laura (Lorena Iglesias) a lo largo de la película.

028

Las personas que han estado a cargo de todo este trabajo en Todos tus secretos han sido Magui Muñoz y Alba Diethelm. Con Alba, que me ayuda desde mi primer cortometraje, me repartí también todo el trabajo de producción. Con Magui era la primera vez que trabajaba, y al mismo tiempo se trataba de la primera vez dirigía el arte de una película, pero conociendo su buen gusto para la decoración estaba convencido de que era la persona idónea para este trabajo. Lo de Magui con la decoración es un auténtico superpoder, os lo prometo. Lo descubres en cuanto la ves en acción.

Tras Todos tus secretos volví a trabajar con Magui en Tu color favorito, y algo después en Ñeñeñe. Puedes ver también su trabajo en Neuroworld, la película de Borja Crespo para #littlesecretfilm por Calle 13 en la que la tarea no era moco de pavo: trasladar el universo gráfico de Miguel Ángel Martín a cine. La próxima vez que vea a Borja tengo que preguntarle si para su película hizo también collages tan chulos como éste:

029

Tags:

El ukelele

· Sin comentarios

023

No sé muy bien cuál fue la asociación de ideas que me llevó a imaginar a David Pareja con un ukelele, pero ahora me gustaría abrazar fuerte al Manuel Bartual del pasado porque, en vista del resultado, creo que una de las pocas cosas que más gracia me pueden hacer que el propio David Pareja es David Pareja con un ukelele. La conversación que tuve con él tras imaginarle de esta manera fue más o menos así:

—David, quiero que estés en la película que estoy preparando, pero necesito que toques el ukelele en ella y lo hagas mal, muy mal, rematadamente mal. ¿Te ves capaz?
—Por supuesto. Cuenta conmigo, soy tu hombre.

Reconozco, eso sí, que hice algo de trampa en esa conversación. Quería que Diego, su personaje en Todos tus secretos, tocase mal el ukelele… pero dentro de un orden. Que se notase que lo de la música no era un arte pensado para Diego, pero que a pesar de ello, debajo de todas esas notas tocadas de aquella manera se pudiera apreciar a un tío que se esfuerza en demostrar lo contrario. Como expliqué en la entrada dedicada a la banda sonora de la película, todas las canciones que suenan en Todos tus secretos son versiones de un tema compuesto originalmente por Aaron Rux, de modo que para que David no llegase al rodaje y tocase cualquier cosa, le pedí a Aaron que le enseñase a tocar esta canción en ukelele. Como David vive en Barcelona y Aaron en Madrid, grabé este vídeo con Aaron para hacérselo llegar a David:

Días antes del rodaje, tras haber tomado nota de las enseñanzas de Aaron, David me hizo llegar esta grabación registrada con su teléfono móvil para demostrarme que lo tenía todo controlado y no había de qué preocuparse.

Comencé a escribir Todos tus secretos tratando de acercarme todo lo posible al thriller, pero ideas como las de David con el ukelele fueron las que me hicieron ver que no era mala opción darle a la película una estructura de whodunit pero sin descuidar la comedia. También me hacía gracia que en una película como ésta, en la que internet es algo tan fundamental para el desarrollo de la trama, no llegásemos a ver internet en ningún momento. La única ocasión en la que estuve cerca de saltarme esta regla fue con David y su ukelele, aunque lo que llegamos a ver en Todos tus secretos es algo así como el making of de uno de esos millones de vídeos que la gente graba y sube a YouTube tocando (en palabras del personaje de Mario) la guitarrita.

024

Para rematar el arco del personaje de Diego decidimos grabar una serie de vídeos como contenido extra a lo que vemos en la película. Me encanta sacar a la realidad elementos de la ficción (que en mi armario se pueda encontrar una buena parte del catálogo de Last Exit to Nowhere es una buena prueba de esto), de modo que crear el canal de YouTube del que se habla en la película era una idea demasiado jugosa como para no llevarla a cabo. Si nos sigues a David o a mí a través de nuestras redes sociales es probable que vieras alguno de los vídeos que semanas antes del estreno de la película fuimos colgando con Diego aprendiendo a tocar su ukelele. De lo contrario, si tras ver Todos tus secretos te quedaste con ganas de más Diego y más ukelele, tengo una buena noticia para ti: en este canal de YouTube podrás verle explicando cómo fabricar una pinzilla y tocando versiones de gente como Katy Perry, Los Planetas o Michael Jackson. En estos vídeos, además, fuimos incorporando pequeños detalles que acabarían culminando en Todos tus secretos. Mi favorito, si es que es posible tener uno, sería seguramente esta fabulosa versión de Get Lucky ideal para cualquier viernes por la noche.

Tags:

La música

· Sin comentarios

Es imposible no querer a Aaron Rux. Aaron es uno de los tres pilares del imprescindible colectivo Canódromo Abandonado, tiene un fabuloso acento norteamericano y es el propietario del mejor bigote que verás pasear por las calles de Madrid. Por si esto fuera poco, además compone música tan sensacional como la que se puede escuchar en películas como Cabás de Pablo Hernando o Gente en sitios de Juan Cavestany.

Conocí a Aaron una noche, en uno de sus shows con Canódromo, y lo primero que me dijo fue que noches atrás había tenido un sueño en el que le cortaban la cabeza a un caballo sobre un escenario. A continuación, decapitado, el animal daba tres golpes con una de sus patas y la cabeza saltaba dando tres volteretas hasta colocarse de nuevo en su sitio, como si allí no hubiera pasado nada. “¡Wow!”, exclamaba un sorprendido Aaron en aquel sueño, sentado entre el público. “Claro, es que esto lo ha hecho Bartual”, le decía alguien en voz baja. Desde aquella noche he recurrido a Aaron en más de una ocasión, ya en un plano menos onírico: fue uno de los protagonistas de mi saga de cortometrajes Desafío final, y compositor de la música que en ella sonaba. Cuando decidí que la banda sonora que se escucharía en Todos tus secretos sería música diegética pensé automáticamente en él, porque estaba convencido de que aportaría auténticos temazos a la película. Aunque no la hayas visto todavía, puedes darle al botón de play que encontrarás a continuación para comprobar que no me equivocaba.

Lonely, el primer tema de la banda sonora, es la primera canción que Aaron compuso a partir de lo que hablé con él sobre qué tenía en mente para la película, pero es la única que acabamos dejando fuera. Estaba compuesta inicialmente para la secuencia en la que Irene despierta y pincha una canción mientras desayuna y descarga las fotos del día anterior, pero cuando Aaron vio el primer montaje de la película no le casaba bien con lo que sucedía en la imagen. Su propuesta fue componer otro tema, And The Very Last Thing, que en la banda sonora es el tercer corte. A mí me gusta incluso más de lo que ya me gustaba la primera opción, que en realidad no llegamos a dejar completamente fuera de la película: sus primeros segundos suenan como tono de llamada hacia el final de Todos tus secretos, cuando Irene llama a Sergio.

You’re The First es la canción que se escucha durante la escena de la fiesta con la que arranca la película, mientras que I See y When I’m Looking In Your Mirror son los temas que abren dos de los segmentos (tercero y sexto) de Todos tus secretos. Por último hemos incluido un bonus track para cerrar la banda sonora, Alone With You, una grabación que me envió David Pareja desde Barcelona para demostrarme que ya tenía controlado el ukelele tal y como la película requería. Llegados a este punto he de explicar tres cosas: la primera es que ninguna de estas canciones ha tenido título hasta que las hemos preparado para subirlas a internet. Para bautizarlas he utilizado la letra de la canción, escrita por el propio Aaron y, como puedes comprobar si ya has visto la película, adecuada para lo que en ella sucede. Dice así:

Lonely, you’re the first and the very last thing
I see when I’m looking in your mirror.

I pause. Wait. Breath.

I don’t always sing in the rain.
I sneak into your heart of gold.
Where I look, I look and I see.
We’re together alone.
Alone with you.
Alone in your golden heart.
Like an arrow, just like an arrow this love…

De la segunda cosa que quiero hablar tal vez te hayas percatado si estás escuchando la banda sonora mientras lees estas líneas. Antes he dicho “la letra de la canción” porque en realidad toda la música de Todos tus secretos parte de un solo tema que se repite con variaciones (incluida, sí, la versión en ukelele). Mi idea para la banda sonora era comenzar en lo alto para, a medida avanzase la película y se fueran sucediendo las canciones, cada una fuera más oscura que la anterior. Me parecía que esta evolución podía funcionar bien al desarrollarse en paralelo con la destrucción del grupo de amigos, reforzando esta sensación a través de la música. Aaron contraatacó con una segunda idea que a mí me pareció fantástica: componer una primera canción y, a partir de ahí, preparar versiones de esa misma que fueran “apagándose”. Es muy probable que no te hayas dado cuenta de nada de esto viendo la película, pero la idea está ahí y creo que funciona a un nivel inconsciente, dándole a Todos tus secretos cierta melodía que se repite a lo largo de su desarrollo y conformando una banda sonora que, sin dejar de funcionar como música diegética, casi podría pasar también como música incidental.

Por último, comentar que aparte de en el reproductor que he incluido sobre estas líneas, también puedes escuchar la banda sonora de la película en Bandcamp, desde donde se puede descargar por cero euros o lo que decidas pagar por ella. Todo el dinero irá directo al bolsillo de Aaron. Por mi parte tan sólo añadiré que aseguro no tener ni idea de cómo hice para colarme en aquel sueño suyo, el del caballo descabezado, y ni mucho menos de cuál era el truco escondido tras semejante decapitación pública, pero ahora el que exclama “¡Wow!” soy yo, siempre, cada vez que le propongo a Aaron que componga música para mis películas y días después llega el resultado a mi buzón de correo.

Tags:

El sonido

· Un comentario

Hay una verdad a medias que circula a menudo de boca en boca, y es aquella que sugiere que a un dibujante de cómics (hola, qué tal) le resulta fácil dar el salto al cine por tratarse de lenguajes similares. Digo que es una verdad a medias porque si bien es cierto que ambas son disciplinas evidentemente visuales que comparten un buen número de códigos y recursos, cuanto más pienso en lo que diferencia a cómic de cine más alejado me parece que está un lenguaje del otro. Piensa, por ejemplo, en el sonido. Imagina ahora lo raro que resultaría leer un cómic con sonido (no te preocupes si te falla la imaginación, puedes comprobarlo aquí) y lo extraño que resulta ver una película carente de cualquier apoyo sonoro (haz la prueba: ve tan sólo un par de minutos de tu película favorita, pero dejando el volumen a cero). El sonido es probablemente lo que más marca la diferencia entre cómic y cine, la herramienta invisible a la que no le prestamos atención de manera consciente y a la que, precisamente por esto mismo, mayor atención hay que prestar durante un rodaje. Es el equivalente al pegamento en el montaje, ya que facilita que una secuencia dividida en diferentes planos funcione como una sola unidad, y en cierto modo la herramienta que te ayuda a llegar de la primera a la última escena. Es probable que puedas ver una película que tenga una mala fotografía, pero difícilmente acabarás de ver una que cuente con un sonido pésimo.

En Todos tus secretos fueron dos las personas encargadas de registrar todo el sonido directo: Luca De Santis y Sergio López-Eraña, a quien podéis ver en la foto de arriba luciendo calcetín multicolor. Utilizamos pértigas y micros inalámbricos en función de las necesidades de cada escena, y en ocasiones tuvimos que esconder también algún micro en el escenario. Al comienzo de la película, cuando vemos a los personajes interpretados por Dani Pérez Prada y Rocío León en su casa, sentados de espaldas, el campo de visión que cubrían ambas cámaras era demasiado amplio como para registrar el audio con ayuda de una pértiga, de modo que escondimos dos micros en sus mesas: uno tras la taza que deja Dani junto a su ordenador antes de que Rocío encienda su portátil, y otro tras el pequeño equipo de sonido que se puede ver sobre la mesa de Rocío.

021

Me pareció consecuente reflejar el funcionamiento de la película también en su sonido: si vemos a los personajes a través de sus webcams, era necesario que les escuchásemos mejor o peor según lo cerca o lejos que estuvieran de sus ordenadores, incluso que notásemos si se encontraban de espaldas o de frente al micro. Esto, que en prácticamente cualquier otra película te sacaría de la ficción, en Todos tus secretos vi claro que funcionaría justo al contrario, ayudando al espectador a entrar en la puesta en escena naturalista que habíamos planteado para la película.

De cara a la mezcla de sonido final nos servimos de todas las pistas de audio que registramos durante el rodaje, recurriendo en ocasiones incluso a las generadas por el micro de las propias webcams. Un ejemplo: en la primera escena protagonizada por Pepón Fuentes y Xabi Tolosa, para los diálogos de Xabi nos apoyamos en el sonido registrado por el portátil que sostenía sobre sus piernas y cuya iSight grababa su imagen. De donde poco pudimos aprovechar fue del sonido que registraba las Logitech con las que grabamos gran parte de la película, porque si bien nos daban una imagen mejor a la de las iSight, su micro saturaba a menudo. Puedes comprobarlo en este vídeo que grabé durante uno de los ensayos, con imagen y sonido sacados directamente de una de las webcams Logitech que empleamos para grabar la película y en el que Ingrid García Jonsson y Dani Pérez Prada se gritan todo lo que se tienen que gritar.

De toda la postproducción y diseño de sonido de Todos tus secretos se encargó el propio Sergio López-Eraña. El primer día que nos reunimos en su estudio le planteé una idea siguiendo con mi intención de llevar el formato de la película hasta sus últimas consecuencias: aprovechar la división de la pantalla para conducir al espectador de un lado a otro con ayuda del sonido. Si estás leyendo esto en un equipo conectado a un par de altavoces o tienes a mano unos cascos podrás comprobarlo escuchando este fragmento de la película, que es uno en los que más evidente resulta esto que comento y el primero sobre el que probamos qué tal funcionaba esta idea.

En Todos tus secretos cada sonido procede del lado de la pantalla en el que se está produciendo, algo en lo que el espectador puede reparar conscientemente o no, pero que en cualquier caso sirve para clarificar en todo momento de dónde surge cada sonido. Si tenemos a dos personajes hablando en el centro de la pantalla su diálogo nos llega desde allí, mientras que si al mismo tiempo otro personaje teclea en su portátil en el lado izquierdo de la imagen, sus tecleos los recibimos por el altavoz izquierdo. Mientras le aplicábamos este diseño de sonido a toda la película recuerdo que Sergio me comentaba que, de todas las producciones en las que ha trabajado, ésta era en la que lo de panear el sonido de un lado a otro tenía más sentido. Yo quedé encantando con el resultado, lo suficiente como para sacarle esta foto finish en su estudio una vez dejamos lista la mezcla de sonido. A ver, Sergio, sonríe victorioso. Misión cumplida.

022

Tags: