La música
Es imposible no querer a Aaron Rux. Aaron es uno de los tres pilares del imprescindible colectivo Canódromo Abandonado, tiene un fabuloso acento norteamericano y es el propietario del mejor bigote que verás pasear por las calles de Madrid. Por si esto fuera poco, además compone música tan sensacional como la que se puede escuchar en películas como Cabás de Pablo Hernando o Gente en sitios de Juan Cavestany.
Conocí a Aaron una noche, en uno de sus shows con Canódromo, y lo primero que me dijo fue que noches atrás había tenido un sueño en el que le cortaban la cabeza a un caballo sobre un escenario. A continuación, decapitado, el animal daba tres golpes con una de sus patas y la cabeza saltaba dando tres volteretas hasta colocarse de nuevo en su sitio, como si allí no hubiera pasado nada. “¡Wow!”, exclamaba un sorprendido Aaron en aquel sueño, sentado entre el público. “Claro, es que esto lo ha hecho Bartual”, le decía alguien en voz baja. Desde aquella noche he recurrido a Aaron en más de una ocasión, ya en un plano menos onírico: fue uno de los protagonistas de mi saga de cortometrajes Desafío final, y compositor de la música que en ella sonaba. Cuando decidí que la banda sonora que se escucharía en Todos tus secretos sería música diegética pensé automáticamente en él, porque estaba convencido de que aportaría auténticos temazos a la película. Aunque no la hayas visto todavía, puedes darle al botón de play que encontrarás a continuación para comprobar que no me equivocaba.
Lonely, el primer tema de la banda sonora, es la primera canción que Aaron compuso a partir de lo que hablé con él sobre qué tenía en mente para la película, pero es la única que acabamos dejando fuera. Estaba compuesta inicialmente para la secuencia en la que Irene despierta y pincha una canción mientras desayuna y descarga las fotos del día anterior, pero cuando Aaron vio el primer montaje de la película no le casaba bien con lo que sucedía en la imagen. Su propuesta fue componer otro tema, And The Very Last Thing, que en la banda sonora es el tercer corte. A mí me gusta incluso más de lo que ya me gustaba la primera opción, que en realidad no llegamos a dejar completamente fuera de la película: sus primeros segundos suenan como tono de llamada hacia el final de Todos tus secretos, cuando Irene llama a Sergio.
You’re The First es la canción que se escucha durante la escena de la fiesta con la que arranca la película, mientras que I See y When I’m Looking In Your Mirror son los temas que abren dos de los segmentos (tercero y sexto) de Todos tus secretos. Por último hemos incluido un bonus track para cerrar la banda sonora, Alone With You, una grabación que me envió David Pareja desde Barcelona para demostrarme que ya tenía controlado el ukelele tal y como la película requería. Llegados a este punto he de explicar tres cosas: la primera es que ninguna de estas canciones ha tenido título hasta que las hemos preparado para subirlas a internet. Para bautizarlas he utilizado la letra de la canción, escrita por el propio Aaron y, como puedes comprobar si ya has visto la película, adecuada para lo que en ella sucede. Dice así:
Lonely, you’re the first and the very last thing
I see when I’m looking in your mirror.I pause. Wait. Breath.
I don’t always sing in the rain.
I sneak into your heart of gold.
Where I look, I look and I see.
We’re together alone.
Alone with you.
Alone in your golden heart.
Like an arrow, just like an arrow this love…
De la segunda cosa que quiero hablar tal vez te hayas percatado si estás escuchando la banda sonora mientras lees estas líneas. Antes he dicho “la letra de la canción” porque en realidad toda la música de Todos tus secretos parte de un solo tema que se repite con variaciones (incluida, sí, la versión en ukelele). Mi idea para la banda sonora era comenzar en lo alto para, a medida avanzase la película y se fueran sucediendo las canciones, cada una fuera más oscura que la anterior. Me parecía que esta evolución podía funcionar bien al desarrollarse en paralelo con la destrucción del grupo de amigos, reforzando esta sensación a través de la música. Aaron contraatacó con una segunda idea que a mí me pareció fantástica: componer una primera canción y, a partir de ahí, preparar versiones de esa misma que fueran “apagándose”. Es muy probable que no te hayas dado cuenta de nada de esto viendo la película, pero la idea está ahí y creo que funciona a un nivel inconsciente, dándole a Todos tus secretos cierta melodía que se repite a lo largo de su desarrollo y conformando una banda sonora que, sin dejar de funcionar como música diegética, casi podría pasar también como música incidental.
Por último, comentar que aparte de en el reproductor que he incluido sobre estas líneas, también puedes escuchar la banda sonora de la película en Bandcamp, desde donde se puede descargar por cero euros o lo que decidas pagar por ella. Todo el dinero irá directo al bolsillo de Aaron. Por mi parte tan sólo añadiré que aseguro no tener ni idea de cómo hice para colarme en aquel sueño suyo, el del caballo descabezado, y ni mucho menos de cuál era el truco escondido tras semejante decapitación pública, pero ahora el que exclama “¡Wow!” soy yo, siempre, cada vez que le propongo a Aaron que componga música para mis películas y días después llega el resultado a mi buzón de correo.